Es evidente que hay factores anatómicos que explican la posibilidad del dolor del parto. La dilatación del cuello del útero es dolorosa. Cuando los médicos queremos dilatar rápidamente el cuello del útero lo hacemos con anestesia general. En las etapas del parto, el cuello no se dilata rápidamente, sino que esto lleva muchas horas, se hace lentamente. Por otra parte, no todos los cuellos se dilatan con la misma facilidad. Hay cuellos más duros, o cuellos enfermos, con cicatrices, cuya dilatación es más difícil. También es cierto que no todos los úteros sé contraen de la misma manera. Tienen contracciones más o menos intensas que harán el trabajo de dilatación más rápido o más lento. Pero dejando esos problemas: ¿todas las mujeres sienten el dolor del parto de la misma manera? Evidentemente, no. Algunas se quejan de dolor de "cintura"; otras de dolor encima del pubis; otras, en fin, en todo el vientre. Cuando preguntamos qué carácter tiene ese dolor algunas nos hablan de dolor tipo desgarramiento, otras de quemadura, otras de puntada aguda, etc. Es decir, que el dolor del parto no tiene un carácter ni una localización fija en todas las mujeres. La percepción es diferente de una mujer a otra, a pesar de que los caracteres anatómicos son comunes a todas las mujeres. Nosotros podemos hacer tres grandes grupos de parturientas, según su comportamiento en el parto:
1) Señoras que no sufren durante el parto.
2) Señoras que sufren, pero se comportan tranquilamente, obedeciendo al médico.
3) Señoras que sufren mucho, muy sensibles al dolor, que se descontrolan y son incapaces de seguir una indicación.
¿A qué se deben esas diferencias? Lo veremos ahora.
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